Familiaris - Valor de la Fidelidad (Audio) - Semana 01 - Formación en la Fe

Transcripción del audio:

Que tal amigos, esto es Familiaris. Yo soy Edgardo.  Yo soy Erica.

Y el día de hoy vamos a hablar sobre una virtud más del matrimonio: la fidelidad.

Antes de empezar queremos decirles que Erica y yo tenemos 19 años de casados, no somos psicólogos, no somos terapeutas, solamente tenemos ganas de compartir un poco de experiencias que espero que les sean de provecho.

Bueno, para empezar tenemos que saber que la fidelidad es una virtud que nos toca atesorar, más aún en estos tiempos, donde toda esta tecnología que nos ha invadido, todas estas redes sociales provocan que la infidelidad sea más accesible, y ya sin necesariamente el contacto físico.

A mí me gusta comparar el matrimonio con una fiesta, ¿qué cosa hay en una fiesta Erica? –Hay música, hay alegría.. –hay baile, hay comida… y yo creo que algo así es lo que uno tiene que vivir en su vida de pareja, y en su familia también, se podría extender eso hacia los hijos, el vivir una fiesta, algo tan bonito que no quisieras que nunca termine; con esas ganas uno debería de regresar del trabajo, uno debería de alimentar su relación, con esas ganas de vivir esa fiesta que no termine nunca. –Y a mí me gusta una frase que dice “ser fiel en lo pequeño asegura ser fiel en lo grande” a veces uno piensa todo a largo plazo, cuando en las cosas cotidianas, en los detalles, es justamente donde uno puede hacer aportes importantes en el matrimonio.  –Y evitar la rutina, invertir en detalles, enamorarla a la esposa como al comienzo, con detalles como: salir, regalarle una flor, un dulce, este tipo de cosas que hacen que la relación mejore, que luego la comunicación sea buena, que haya un buen ánimo entre las parejas.

Uno tiene que ser consciente de que el matrimonio es una tarea, que uno tiene que diariamente buscar, cómo la haces crecer, cómo ayudas, cómo la mejoras.

Queremos ser felices y estar satisfechos con nuestra pareja. Si no estamos felices, si no estamos satisfechos, hay el peligro de comenzar a mirar a fuera de nuestra pareja. Y para eso hay que identificar situaciones, personas, para lo cual a la vez hay que ser incluso radical, no exponerse. –Tenemos que valorar el compromiso que tenemos con nuestra pareja y además apostar por eso, de nada sirve caer en un juego que nos traiga una falsa alegría, porque yo creo que nadie puede ser feliz, sabiendo que está haciendo daño al otro. –Algo que quizás no se considera una infidelidad en sí misma, pero te puede llevar a ello es: hablar con alguien fuera de tu matrimonio sobre los problemas que ocurren dentro del él. Te pones a hablar de lo que pasa con tu esposo, con tu esposa, con alguien más, y así estás negando a ti mismo y a tu esposo la oportunidad de trabajar en el problema que tienen. –Además también es una indiscreción. El matrimonio es algo de dos, se soluciona entre los dos, o te vas a una terapia de parejas, o ves la manera que gente de buena fe te ayude, porque lamentablemente no siempre las amistades tienen las respuestas más certeras.

Para finalizar, la felicidad de mi pareja va a ser al final de cuentas mi felicidad, es la misión, es el compromiso que asumí de llevar a la otra persona al Señor, de asegurarme de que todas sus necesidades estén cubiertas, pero sobre todo que su felicidad sea plena, obviamente nada de eso se puede sin la ayuda de Dios; el amor que sentimos entre los esposos es un amor que viene de Él, que nos lo inspira el Espíritu Santo, y que tiene necesariamente nutrir del amor de Él.

Así que eso es todo por hoy, espero que nos vuelvas a escuchar. Somos Edgardo y Erica, –y no olviden de reflexionar de estos temas, de conversarlos y miren las acciones concretas de esta semana apara mejorar mi vida y mi matrimonio. –Adiós.